(01)595-952-1500

Universidad Autónoma Chapingo
Doctorado en Ciencias en Agricultura Multifuncional para el Desarrollo Sostenible
Olimpya Talya Aguirre Salado

Actualmente, estamos viviendo los efectos del calentamiento global, que se manifiestan en cambios en las temperaturas y precipitaciones, afectando la producción agrícola y, por ende, la seguridad alimentaria. La agricultura es parte del problema, ya que el manejo agrícola puede emitir gases de efecto invernadero hacia la atmósfera. Sin embargo, en el Doctorado en Agricultura Multifuncional para el Desarrollo Sostenible, vemos a la agricultura como parte de la solución. Para mitigar los efectos del cambio climático, debemos reducir las emisiones. Una manera de hacerlo es almacenar carbono en su forma de Carbono Orgánico en el Suelo al cual llamaremos (COS). Este COS es el carbono que permanece en el suelo después de que los residuos orgánicos se descomponen. Su distribución varía tanto en espacio como en tiempo. Sin embargo, la erosión por viento o lluvia, que es la pérdida de suelo causada por el viento y el escurrimiento de las lluvias, puede liberar este carbono a la atmósfera. El problema es que, en México, el 55% del territorio tiene algún grado de erosión y el 50% del COS se encuentra en los primeros 20-30 cm del suelo. Teniendo en cuenta que la erosión hídrica desplaza la capa superior del suelo, que es donde normalmente se encuentra la mayor parte del COS, resulta evidente que este fenómeno tiene el potencial de afectar significativamente las reservas de COS, por lo que, el propósito principal de este estudio fue evaluar la capacidad de las obras de conservación del suelo y agua (PCONSA) para retener COS mediante el análisis de laboratorio y sistemas de información geográfica en una escala de microcuenca, a fin de valorizarlas como acciones que contribuyen en la retención de carbono en sistemas agrícolas multifuncionales y de manera específica entender la relación que existe entre la erosión y el COS ya que es preferible que el Carbono se guarde en el suelo a que se libere a la atmósfera.

Para entender estos procesos, seleccionamos una zona altamente degradada por la erosión hídrica en el municipio de San Miguel Tulancingo del estado de Oaxaca. En esta región los productores realizan conservación de suelo y agua. Ellos son conscientes del problema de erosión, por lo que fue el lugar perfecto para evaluar la capacidad de estas obras para retener C. La primera fase de la investigación fue un estado del arte para identificar las principales tendencias de investigación con respecto a la influencia de la erosión hídrica en la redistribución del carbono orgánico del suelo (COS) y su relación con las prácticas de conservación del suelo y agua, obteniendo como hallazgo principal que en México aún no se han evaluado los efectos de las PCONSA con respecto a los almacenamientos de COS.

En la segunda fase de la investigación se analizó el uso de la tierra, la cubierta vegetal, la pendiente y las prácticas de conservación del suelo y agua como factores que influyen en la variabilidad y la distribución espacial del carbono orgánico del suelo. Con ayuda de los productores se tomaron 77 muestras de suelo para determinar el almacenamiento de COS. Se realizó la interpolación de las observaciones de COS utilizando el complemento QGIS Smart-Map para obtener un modelo predictivo COS espacial. Se generaron mapas temáticos para cada factor. Se realizaron análisis estadísticos por área, correlación de Pearson, y análisis de componentes principales (PCA) para explicar la variabilidad espacial de COS. En esta segunda etapa obtuvimos resultados reveladores. Se observó que la variabilidad del COS en relación con la cobertura vegetal y el uso del suelo indicó que las plantaciones de pinos tienen el mayor valor de almacenamiento, con 36.8 t.ha-1, seguidas de la agricultura de temporal, con 28.8 t.ha-1. Se encontró que la práctica más efectiva para almacenar COS es la construcción de terrazas de piedra que puede almacenar hasta 35 t.ha-1en los primeros 20 centímetros de suelo, esto equivale a la cantidad de carbono que 35 árboles pueden capturar y almacenar en un año en promedio. También, hemos confirmado que a mayor erosión menor es la cantidad de COS retenido. En áreas severamente erosionadas se pueden tener apenas 5.22 toneladas por hectárea (5 árboles).

En una tercera fase se analizó la relación entre la erosión hídrica con la distribución del COS en la microcuenca, mediante el modelo RUSLE usando modelación espacial. Los resultados demuestran una correlación negativa, implicando que las variables se mueven en direcciones opuestas, que exponen que conforme aumenta la erosión disminuye el COS. Se sugiere en una cuarta fase relacionar el manejo del suelo en los sistemas agrícolas, los cuales tienen obras de conservación de suelo y una erosión nula cuya variabilidad de COS no es explicada por estas condiciones.

Estos resultados proporcionan una base sólida para futuras investigaciones y para el diseño de políticas promuevan la mitigación del cambio climático. Al adoptar estas prácticas, podemos transformar la agricultura en una herramienta poderosa para combatir el cambio climático y asegurar un futuro sostenible para todos.